Estoy volando hacia Miami (USA), son varias veces al año las que hago este trayecto. Pero hoy he tenido una extraña sensación; me he despertado en Zamora, la cuna del románico, una ciudad con cultura con aroma y poso, una ciudad única.
Una ciudad romántica que cuando desde sus estrechas calles empedradas ves su “largo puente de piedra”, te atrapa….Tanto que no quieres que despierte hacia la vanguardia de otras ciudades por que tienes miedo de que pierda su esencia.
Y hoy me acostaré en Miami, una cuidad que por desgracia para sus habitantes, carece de lo que tiene mi ciudad. Es un contraste brutal. Zamora tiene el romanticismo que le da su románico, Miami tiene la vanguardia, la multiculturalidad, el poder empresarial y la economía.
Minimalismo y vanguardia
Creo que todo tiene su parte buena y su parte mala. Yo me quedo con lo bueno de las dos ciudades. Al final de todo este razonamiento, me doy cuenta que llevo años practicando esto en mi profesión. Me gusta la vanguardia y el minimalismo a la hora de diseñar o decorar una estancia, una vivienda, o un restaurante.
Pero siempre intento que tengan algo personal, que el cliente se sienta en casa en su propia casa, que sienta suyo su proyecto, que un proyecto de una vivienda se convierta en un hogar.
Podemos crear un salón blanco con cuadros abstractos, modernas esculturas negras, muebles muy minimalistas lacados y como no, colocar una antigüedad, como un aparador antiguo, una butaca de los años 60 ó 70 restaurada con terciopelo turquesa, o mil cosas más. Para mí ese aparador es la joya de la corona. Es el proyecto perfecto para el hombre Cambrillón. Apostemos por ello, es la esencia de ese proyecto.

Recuerdo unos amigos ex-deportistas que tenían unas “Ewin”. Esas antiguas zapatillas. Cuando me dijeron que las conservaban metidas en una caja de cartón, se sonrojaron con vergüenza.
Mi reacción fue rápida. Démosle a ese par de zapatillas el protagonismo que se merecen para esta familia y pongámoslas en un pedestal blanco con una urna de cristal e iluminadas.
Es muy importante que los proyectos de interiorismo y decoración tengan alma. Que no nos de vergüenza colocar una antigua radio junto a una barandilla de cristal super moderna. O dos antiguas lámparas sobre un moderno aparador.
Esos contrastes si no son recargados, son esenciales y con resultados espectaculares. Esos toques clásicos sobre diseños modernos darán a tu vivienda o a tu negocio un estilo único y conceptual.

Si nos ponemos a pensar en materiales modernos, enseguida nos vienen varios a la cabeza, el hierro, el cristal, el hormigón…. Pero pensarlo bien, desde cuando existen esos materiales? Esos tres materiales ya los usaban los romanos en los primeros siglos de la era moderna.
Con esto, creo que todos los materiales bien combinados con un mobiliario adecuado dan resultados realmente buenos.
