La Generación del 27 se denomina a una constelación de escritores y poetas españoles que se dio a conocer en el panorama cultural alrededor de 1927. Una generación espectacular de poetas y literatos. La cultura es la base de lo que somos y de lo que podemos llegar a ser.

Pero… ¿por qué la dejamos encasillada? ¿Por qué la literatura es un arte distinto y no se fusiona o rodea de otros gremios? El gentleman actual vive en un mundo de sinergias donde todo está conectado. Todo tiene sentido unificando todos los aspectos de la vida, un libro en la oficina o en un aeropuerto mientras espera su vuelo. Una gran poesía fusiona perfectamente con una blazer cruzada inglesa o un Zapato Double Monkstrap.

En el año 27 del siglo pasado se crea la primera bodega del la D.O. Ribera de Duero. Y se les ocurrió la genial idea de hacer un vino con la primera etiqueta de hace casi un siglo. No contentos con eso, decidieron hacer algo especial, algo con esencia como su vino. Crearon EL REINO DE LAS LETRAS.

Ya tenían la idea. Unificar la literatura y la poesia con el vino. Solo faltaba darle forma. En una sala de la antigua bodega, bajo toneladas de tierra de la Ribera del Duero. Allí me encontraba yo, en una fría sala con una botella del 27 de la mano diciendome a mi mismo: “tronko… esto es especial”.
Y pensé en hierro, pensé en cristal, pensé en textos sobre fondos blancos, pensé en lineas rectas. Pensaba en literatura y en mi abuelo haciendo “su vino”, en mi madre leyendo, y que mi trabajo no podía resaltar mas que la literatura. Se creó una atmosfera que respiraba vino y letras por los cuatro costados. El interiorismo estaba allí para ayudar. Ayudar a unificar el espacio con los elementos. Arropar a los visitantes con el frío hierro que sale desde el suelo y muere introduciéndose en el techo, con una luz imitando los colores del vino castellano, llevándose entremedias libros y botellas a partes iguales.
Fusionar cosas tan distinas es un reto. Pero… el hombre Cambrillon está lleno de ellos.