Lo que el vestuario aporta a la sinopsis

Pedro Ruiz, un humorista español que muchos conocemos, dijo una vez que “lo bueno del cine es que durante dos horas los problemas son de otros“. De eso hablaremos, de las historias que tienen muchos de los personajes más emblemáticos del cine, ya sean conocidos por todos o no. 

Ya sea ese cambio radical que pega a lo largo de una película y que formalmente llaman arco de transformación o de cómo los objetivos de un protagonista (o no) cambian a lo largo de un largometraje llegando a influir incluso en su forma de vestir. 

La importancia del estilismo en el cine

Y es que los estilismos tienen un papel fundamental en una película, ya sea para presentar a alguien o para ver su cambio durante el filme. Por ejemplo, en el Gran Lebowski están en una bolera en la escena inicial y todos llevan camisa, o van bien vestidos, mientras que el Nota, el protagonista, lleva un chándal que aparentemente está descuidado

Otro ejemplo, y en el polo opuesto, estaría Vito Corleone, que desde el minuto uno vemos la elegancia, la clase y el poder a través de un traje perfectamente colocado, con una pajarota y una rosa en el bolsillo de la chaqueta. Vemos que la ropa sirve para presentar a un personaje, pero en otras películas, el cambio en la vestimenta que se da durante el filme es esencial para ver el arco de transformación de su personalidad.

 En Goodfellas, Henry Hill empieza con ropa coloquial, la de un adolescente que está viendo cómo funciona el mundo italiano en Estados Unidos, y acaba, aunque arruinado, con un traje perfectamente encajado en su cuerpo.

Quizás esa contraposición entre tenerlo todo vistiendo como el resto de mortales y no tener nada y vestir con una elegancia inmensa, haga que la película se mantenga con ese aura especial aunque hayan pasado ya 28 años de su estreno. 

Además, en el cine negro siempre destacó el vestuario por ser un protagonista más de cada escena, dónde podríamos ver quién era el que repartía el trozo de pastel o ver quién se lo comía. 

También podríamos destacar el papel de los directores de arte en una película. Podremos ver como un productor, un director o un guionista se llevan el rótulo principal, pero los responsables de vestuario (lógicamente, contando con peluquería y maquillaje), hacen que una obra de arte pueda llegar a ser de culto. Si el vestuario no cuenta una historia, en muchas ocasiones la película pierde fuerza. 

Es el caso de Jordan Belfort en El Lobo de Wall Street, empieza con un traje porque es broker, es uno más de Wall Street, pero acaba encarcelado tras ser detenido en su casa llevando una bata que quizássea más cara que el propio traje que llevaban la primera escena de la película. Pequeños detalles que hacen que una película sea diferente. 

La vestimenta es esencial en una película. Hace que un personaje sea diferente al resto. Hace que podamos ver el cambio radical que da en dos horas de ficción. Hace que nos introduzcamos con él en el ambiente. 

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¿Os imagináis a Vito Corleone con un chándal dominguero leyendo el periódico en el bar que está frente a nuestras casas? Yo tampoco, así que ahí está la importancia del vestuario, acompañado, eso sí, de un toque de maquillaje y peluquería.