“El lujo está en cada detalle”
De esta manera inauguró Eva Blanco, redactora de Vogue una charla apasionante en la que se abordó el concepto del lujo desde el punto de vista de la moda y el negocio. Sin duda, no hay mejor manera para resumir la esencia de lo que consideramos lujo, que con esta célebre cita del modisto Hubert de Givenchy.
Una charla en la que compartieron puntos de vista distintos tres empresas especialistas en lujo: Jaguar Land Rover Iberia, Can Tres Formentera y Can Domo Ibiza y Sonia Carrasco, diseñadora de moda. Cada una de estas empresas es especialista en su sector y, por supuesto, cada una de ellas vive, respira y transmite lujo de maneras distintas. Pero las tres coinciden en que tanto un servicio o un producto de lujo es un objeto precioso que trasciende su utilidad porque transmite emociones.

Resulta muy interesante ver que marcas especializadas en lujo, cada una de ellas desde su punto de vista y/o sector, comparten con autoridad su visión sobre el lujo y analiza el apasionante futuro de este. Todavía más si lo hacen en una mesa redonda moderada por un medio como Vogue.
En Cambrillón estamos familiarizados con diferentes puntos de vista sobre el lujo, gracias a las experiencias que hemos compartido de la mano de referentes mundiales como son Porsche y Bless Hotels. Junto a ellos, hemos aprendido que el lujo, efectivamente, trasciende por las experiencias que este transmite. Un Porsche Taycan 4S Cross Turismo es mucho más que un deportivo eléctrico que ofrece una experiencia de conducción única, marca de la casa. El ADN de este o de cualquier otro modelo de Porsche resume la visión de Ferry Porsche sobre su marca y su futuro: “La marca es para aquellos que siguen sus sueños”. Nuestros sueños nos inspiran día a día, nos emocionan.

De la mano de Bless Hotels, hemos aprendido que el lujo además de trascender, este debe emocionar. Dejarte sorprender y estar dispuesto a sumergirte en el universo de lujo hedonista que ponen a nuestro alcance: Espacios creados para amantes de la vida que buscan gozar de cada momento a través de la música, la gastronomía, la moda, la cultura, y los cinco sentidos. Tal y como lo sintetizan: “En Bless Collection Hotels sentirás el verdadero significado de the best of living.”

Volviendo a la mesa redonda de Vogue, si hay algo que emociona al equipo de Cambrillón, es la manera en que se cerró esta tertulia: el lujo es tiempo, detalles y la reivindicación de la herencia.
No podemos estar más de acuerdo con esta conclusión pues coincide plenamente con os pilares de la esencia sobre la que Cambrillón se constituye como marca especializada en calzado personalizado de lujo para hombre.
Qué duda cabe que tras aceptar e incluir el término “la nueva normalidad” a nuestro día a día, el statu quo de varias industrias ha cambiado. Evidentemente, el sector de la moda de lujo no es ajeno a esta realidad. Al margen del clima global actual, en la industria de la moda de lujo y tanto desde el punto de vista productivo como de consumo, las marcas lidiamos con un cambio fundamental en lo que significa lujo. El cambio de sus hábitos de consumo y actividades cotidianas “en la red” hace que las marcas de lujo debamos adaptar nuestro modelo tradicional, a un nuevo modelo que sea capaz de responder a sus necesidades cuando se trata de comprar, consumir y comunicarse. Un cambio y una reestructuración de necesidades que es común a cualquier empresa del sector Lujo, independientemente del producto y/o servicio que esta ofrezca.

En Cambrillón creemos que una de las claves para afrontar esta evolución y estos retos con solvencia, es ofrecer experiencias de compra inmaculadas, personalizadas y directas. La personalización de las experiencias, la individualidad y la atención al detalle: el YO cada vez se hace más fuerte en la era digital. La oportunidad que se nos presenta es la de entablar relaciones que vayan mucho más allá del simple intercambio comercial; trascendiendo al ámbito personal y cotidiano de nuestro cliente.
Cara al cliente, es crucial que marcas como Cambrillón, diseñemos y pongamos en marcha estrategias mediante las cuales seamos capaces de crear un compromiso mucho más profundo y significativo con nuestra marca. Ya no es suficiente envolver al cliente con nuestras historias sobre pertenencia, artesanía y tradición. Ahora tenemos que hacerles partícipes de esta realidad, hacerles sentir que la marca tiene y puede aportar mucho más que tan sólo un artículo de lujo. Es nuestro reto, crear servicios y experiencias adaptables y dinámicas, para satisfacer las necesidades cambiantes de los clientes que compran lujo. La complicidad entre marca y cliente tiene que ser total. Tenemos que diseñar espacios digitales más íntimos que fomenten conexiones significativas y sobre todo, que aporten valor al binomio cliente-marca.